Según una investigación llevada a cabo en el año 2017 por la Universidad de Stanford (EE. UU.), en el mundo hay 139 países que cuentan con capacidad suficiente para autoabastecerse al 100% en el año 2050 solamente con energías limpias y renovables como la solar. Uno de ellos es España. No en vano es uno de los países europeos que más se benefician del sol.
Para el año 2050, España podría alimentarse por completo de energías renovables: un 33,5% eólica terrestre, un 17,2% solar; un 13,6% eólica marina; un 11% solar concentrada; 8,4% con plantas solares; un 8,3% con placas fotovoltaicas en edificios administrativos y comerciales; un 6,3% con plantas hidroeléctricas; un 1,5% undimotriz (generada por las olas del mar); y un 0,2% mareomotriz.
Gracias a ello, España podría reducir para el año 2050 la demanda de energía en un 44%, evitando además alrededor de 17.400 muertes al año por contaminación atmosférica, ahorrando más de 150.000 millones de euros en sanidad y cuestiones climáticas, y creando unos 300.000 puestos de trabajo directos vinculados a la industria de las energías renovables.
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¿Y solamente con energía solar?
Actualmente, el 15% de la energía que se consume en España procede de energías renovables. El 40% de las eléctricas y el resto del carbón, el gas y la gasolina. Nuestro país es el tercer país en potencia fotovoltaica instalada y todavía se encuentra muy lejos de las cifras mundiales donde la energía solar representa un 38% del total de renovables. Pero, ¿podría esto cambiar en el futuro? ¿Podría España abastecerse sólo de energía solar?
Ni los expertos en energía, ni los políticos ni los científicos pueden responder a esta pregunta. Lo que sí puede realizarse es una aproximación a la misma y conocer las características, si nuestro país fuese 100% sostenible y solamente abasteciera su sistema eléctrico con energía solar.
Puede que, en un primer momento, la factura no se viera reducida dada la enorme inversión que habría que realizar para aumentar de manera exponencial las instalaciones fotovoltaicas por todo el país. Pero esto solamente se produciría por un breve periodo de tiempo, hasta que el gasto se amortizara. A partir de entonces, sólo conllevaría un beneficio anual gracias al almacenamiento de energía.
Con ello, aunque no por completo, se lograría eliminar significativamente el uso de combustibles y las centrales nucleares. No obstante, el aumento del rendimiento y la energía podría aumentarse notablemente gracias a otro tipo de energías como la eólica, que se convertiría en el complemento ideal.
Obviamente, los beneficios para el planeta serían extraordinarios se cuantifica en creación de nuevos trabajos, reducción del gasto sanitario, estabilización del gasto de energía o sencillamente en emisiones que se evitarían a la atmósfera y la contención del calentamiento global.
