En los últimos meses seguramente os habréis preguntado qué medidas podéis tomar para reducir el consumo de energía en vuestro hogar. Recientemente hemos visto incrementadas las facturas de la luz, gas o agua. En Solfy recomendamos analizar vuestro pico de consumo y dedicar un tiempo a comparar precios en diferentes compañías eléctricas. Es una tarea incómoda, a nadie le apetece pasarse la mañana llamando a empresas eléctricas. Pero podréis tener diferentes alternativas y escoger la compañía que mejor precio os ofrezca. A continuación, exponemos algunos consejos para reducir el consumo y poder ahorrar a final de cada mes.
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Reemplazar las bombillas
Uno de los cambios más sencillos que podéis llevar a cabo en vuestra vivienda es cambiar las bombillas. Las lámparas halógenas consumen hasta diez veces más que las bombillas LED o bombillas de bajo consumo. Su precio es más elevado que las bombillas halógenas convencionales, pero su vida útil es bastante más elevada (hasta 10.000 horas de uso) y el consumo es diez veces menor. Sin duda, un gesto que puede hacer reducir vuestro consumo notablemente.
Apagar las luces
¿Cuántas veces habéis llamado la atención a vuestra pareja, hijos o familiares por dejarse encendidas las luces? Es la medida más fácil de tomar y llevará su tiempo coger el hábito. Pero apagar las luces de las estancias que no estéis usando va a repercutir en una reducción en la factura de la luz.
Contratar una tarifa eléctrica adecuada
Cada hogar es un mundo, tiene unos hábitos de consumo distintos, por lo que no cualquier tarifa es la adecuada para todas las viviendas. Hay que valorar si nuestro consumo es más activo durante el día o durante la noche. En la primera opción la mejor solución es buscar una tarifa eléctrica fija mientras que en la segunda opción la mejor solución es buscar una tarifa con discriminación horaria. De ese modo tendréis un precio más reducido en las horas nocturnas.
En Solfy recomendamos analizar vuestro pico de consumo y dedicar un tiempo a comparar precios en diferentes compañías eléctricas
Desenchufar electrodomésticos
Todos los electrodomésticos que no estemos utilizando deberíamos desconectarlos. El ordenador, la cafetera, la televisión o el equipo de música son ejemplos de aparatos que podemos desenchufar para lograr otro ahorro energético. Aunque estén en standby continúan consumiendo, aunque estén apagados. Son aparatos que están conectados de forma perpetua y afectan a nuestro consumo.
Aislar la vivienda
Uno de los motivos por los que puede dispararse vuestro consumo energético es por el mal aislamiento de vuestra vivienda. Hay acciones sencillas que las podemos realizar nosotros mismos, como puede ser aislar las ventanas con bandas de silicona u otros materiales. Así evitaremos filtraciones de aire frío por cualquier resquicio. Para un buen aislamiento de la vivienda recomendamos ponerse en manos de profesionales para ofreceros un buen asesoramiento y poder aplicar las medidas necesarias para aislar bien vuestro hogar.
Tomar duchas rápidas
Después de un día largo de trabajo es muy tentador tomarse una ducha y perder la noción del tiempo, pero una ducha de 7 minutos es más que suficiente para una higiene completa e impecable. Si tenéis una tarifa con discriminación horaria también es recomendable tomar la ducha por la noche, cuando el precio es más económico. Cerrar el grifo mientras nos enjabonamos también puede suponer un buen ahorro a final de mes.
Lavar con agua fría
El 12% de la energía que consumimos a lo largo del mes es por el uso de la lavadora. El mayor consumo proviene de los electrodomésticos destinados a producir calor (lavadora, lavavajillas, horno…). Por esa razón otra de las medidas para ahorrar energía es programar los lavados con agua fría, ya que actualmente disponemos de detergentes y productos de limpieza que pueden quitar la suciedad incluso lavando con agua fría.
En el caso de la lavadora, conseguimos además un mejor cuidado en nuestras prendas de vestir, tanto en los tejidos como en los colores de las mismas.
Bajar la temperatura del calentador
Como hemos comentado anteriormente los aparatos que generan calor son los que más consumen. Los fabricantes de los calentadores establecen una temperatura óptima de 60ºC, aunque esa temperatura es excesiva, tanto para el uso humano como para las mismas tuberías. Reduciendo la temperatura del calentador a 40ºC notaremos un ahorro en la factura y no afectará al confort en nuestras duchas.
Con estos consejos podéis optimizar el consumo energético en vuestro hogar sin afectar a vuestra comodidad.
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