Las baterías para placas solares son una herramienta imprescindible para las instalaciones fotovoltaicas aisladas. Elegir la adecuada es muy importante, pero ¿cómo hacerlo en función de lo que necesitamos? Te damos las claves en este artículo.
¿Qué es exactamente una batería solar y para qué sirve?
Las baterías para placas solares son conocidas también como acumuladores solares. Estas permiten almacenar la energía producida por los paneles solares que no se consuma para utilizarla en el momento posterior que la requiramos.
La existencia de baterías para placas solares ofrece la ventaja de poder desconectarse de la red eléctrica sin que haya costes adicionales. Es por esta razón por lo que resultan vitales en las instalaciones fotovoltaicas aisladas en las que se requiere una fuente de iluminación para las horas del día sin luz.
¿Qué tipos de baterías o acumuladores solares existen?
En el mercado existen distintos tipos de baterías solares que se distinguen por los materiales de los que están hechas, su mecanismo de funcionamiento y su objetivo principal.
¿Cómo funcionan los paneles solares y que tipo de Inversores existen?
Baterías monoblock
Las baterías monoblock han sido pensadas para las pequeñas instalaciones ya que pueden ocuparse de aspectos como la iluminación o la alimentación de equipos electrónicos como podría ser un ordenador o algún electrodoméstico de cocina.
Las baterías de este tipo cuentan con entre 3 y 6 celdas de 2V que se encuentran conectadas entre sí constituyendo un único bloque, de ahí su nombre. Las baterías solares monoblock, más concretamente sus celdas, están hechas de electrolito y plomo.
Dentro de esta categoría de baterías para placas solares encontramos muchos modelos, como las de plomo ácido abiertas, que son las más económicas y suelen ofrecer unos 400 ciclos. Las baterías monoblock más resistentes y mejor valoradas son las de litio.
Baterías estacionarias para placas solares
Las baterías estacionarias son habituales en las instalaciones solares permanentes o fijas y para consumos de energía medio-altos. Su ventaja principal respecto a las baterías monoblock para placas solares es que tienen una durabilidad mayor, siendo la media de 20 años de vida útil y variando esta respecto al uso que se le dé.
Respecto a las baterías estacionarias, podemos distinguir dos tipos: las de plomo ácido abiertas y las de gel. Las primeras incluyen 6 celdas individuales pero conectadas entre sí, que se encuentran ubicadas en el interior de una estructura de polipropileno.
En este caso, el polipropileno actúa como un material aislante que, además, ofrece buena resistencia respecto al ácido que cada célula produce. Suelen tener una vida media de 15 años. Las baterías de gel también ofrecen una vida útil bastante larga.
¿Cómo elegir la mejor batería para placas solares?
Para elegir correctamente la mejor batería para una instalación de placas solares, será necesario tener en cuenta el uso que vaya a tener.
Por ejemplo, para instalaciones fotovoltaicas puntuales y de bajo consumo, nos decantaremos por las baterías para placas solares monoblock. Dentro de estas baterías tenemos muchos modelos disponibles, pero los que mejor durabilidad y rendimiento proponen son las de litio.
En el caso de que la instalación sea de tipo permanente y los consumos medios o altos, las baterías más adecuadas serán las estacionarias. En función de si la profundidad de descarga es moderada o profunda utilizaremos una de gel o de plomo ácido abierta, respectivamente.
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